Marrakech. Miles de marroquíes pidieron el domingo en Marrakech reformar la dinastía que lleva más tiempo en el poder en el mundo árabe, mientras mostraban su rechazo al atentado ocurrido en la ciudad la semana pasada.
La marcha en Marrakech es la última de una serie de manifestaciones organizadas por el movimiento juvenil 20 de Febrero y supone un reto para el gobierno del rey Mohamed VI, que es consciente de que las protestas podrían desembocar en una revuelta al estilo de Egipto.
La protesta arrancó de la puerta Bab Doukkala y pasará junto al café donde explotó una bomba el 28 de abril, matando a 17 personas, entre ellos ocho franceses. Las autoridades detuvieron esta semana a tres sospechosos y dijeron que el líder de la célula es partidario de Al Qaeda.
Al Qaeda en el Magreb Islámico, división de la red en el norte de Africa, dijo el sábado que no era responsable del atentado que elevó las tensiones en Marruecos, en parte porque fue el primero de estas características desde el 2003.
Un funcionario del Gobierno dijo que había unos tres mil manifestantes, pero reportes independientes estimaron unos ocho mil asistentes.
Los manifestantes mostraron carteles con lemas como: "Queremos libertad y seguridad. Nos oponemos al terrorismo y la intimidación". Otros carteles expresaron su oposición a la corrupción.
"Este tipo de protesta tiene que pasar todos los días de forma que nuestro país avance en la lucha contra la corrupción", dijo el mecánico Abdelali Hamra, de 44 años, mientras observaba la marcha.
"Sufrimos de una falta de oportunidades y trabajo. La policía debe también tratarnos como iguales", dijo Hamra.